Mi nombre es Eva Gascón y soy terapeuta transpersonal y especialista en en ayudar a personas con Ansiedad a recuperar sus vidas.

 

En la mía la ansiedad estuvo presente desde que tengo recuerdos pero eso lo supe muchos años después.
Lo que más me agobiaba era la muerte, la soledad y el rechazo.
Aunque no necesariamente por ese orden.
En cualquier caso mi mayor miedo era que a los míos les pasara algo. Y entonces a la vida le pareció un buen plan que a los veintiocho años ya hubiera perdido a tres miembros importantes de mi familia y me quedara sola con mi padre.

 

En todos esos años, había desarrollado una personalidad que poco a poco me había ido conectando con comportamientos de auto-abandono.
Mendigaba amor constantemente.
Cualquiera era mi prioridad antes que yo misma.
Me sentía en deuda con las personas que mostraban interés por mí.
Mis relaciones de pareja eran de dependencia total.
Me comparaba de forma enfermiza.
Era incapaz de poner límites.
Hacía muchas cosas que en realidad no quería.
La culpa era una compañera constante.
Por supuesto, la autoestima y la autovaloración por los suelos.
Tenía que controlar todo en mi vida.
Y sentía mi vida bloqueada y paralizada en todos los sentidos.

 

A partir de ahí la ansiedad fue en aumento.
Comencé a sentirme mal físicamente.
Al principio eran cosas a las que no di importancia. Como la falta de aire o los suspiros constantes.
Las contracturas musculares comenzaron a ser habituales y mis visitas al fisio, también.
Un día comencé a escuchar un sonido en el oído derecho.
Solo en ese oído y solo lo podía escuchar yo.
Fue tan impactante que pensé que estaba perdiendo la cabeza.
Hasta que me vio el médico y me dijo que era un tinnitus (o acúfeno) y que no era ni grave ni algo de lo que preocuparse, te prometo que creí que enloquecía.
Lo siguiente ya fueron los ataques de pánico y el terror a salir de casa.

 

Dos años después de que la ansiedad se instalara en mi vida mi pareja rompió conmigo.
La ansiedad aumentó. Así que decidí volver a mi ciudad, con los míos, a recuperarme.
Sin embargo, una vez allí, tuve un ataque de pánico que definitivamente me tumbó.
Después de medio atenderme en el hospital, me derivaron a mi médico de cabecera.
Y este a Salud Mental.
Diagnóstico: Ansiedad generalizada.
Pronóstico: Vas a seguir teniendo ataques de pánico.
Solución: Técnicas de relajación y fármacos.
Y a seguir con la vida.

 

La desprotección, el desamparo, la impotencia y la angustia que sentí no lo olvidaré jamás.
Fue devastador.

 

Cada mañana al despertar se apoderaba de mí el pánico y convivía con taquicardia y falta de aire constantes. 
Algo estaba realmente mal porque la medicación me atontaba, pero no calmaba la ansiedad.
No podía hacer vida normal y me sentía atrapada.
Decidí buscar ayuda fuera del sistema. Lo que menos me apetecía era vivir así porque eso no era vivir.

 

Fue complicado porque hay especialistas en ansiedad que no saben lo que es tener ansiedad. Meh, cagada.
¿Perdona? Ni perdona ni leches. Fue el caso de mi primera psicóloga.
Su diagnóstico fue Trastorno de Ansiedad Generalizada con Agorafobia, TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y otras fobias derivadas.
Un año en Terapia Cognitivo Conductual semanal y apenas un mínimo avance.
Me aseguré de que el resto de profesionales a los que les diera mi dinero, no solo conocieran la ansiedad en primera persona. También deberían haberla superado.
Ya me había cansado de estar muerta en vida.
Antes de la ansiedad y con ella.
Mi apuesta era cambiar mi realidad y Vivir.

 

Qué pasó finalmente…
Que lo conseguí.
Sané el Trastorno de Ansiedad Generalizada, la agorafobia, el TOC y el resto de fobias derivadas. Y ahora Vivo que te cagas de bien.

 

Eran tales mis ansias de librarme de la ansiedad que paralelamente a la psicoterapia me formé en diferentes herramientas terapéuticas. Iba a por todas.
Instructora de meditación Mindfulness.
Máster Practitioner en PNL y Experto en PNL.
Máster en Terapia Transpersonal.
Certified Coach como Coach de Vida.
Formación en Terapia Cognitivo Conductual.
Formación en Terapia Sistémica Familiar.
Formación en técnicas de liberación de la tensión y el trauma TRE.
Formación en Psicología, Sabiduría y Técnicas Budistas para la doma del Ego y el manejo de las emociones.
Formación en el Manejo de las 14 Leyes de la Vida (Escuela de Magia del Amor de Gerardo Schmedling).

 

Finalmente creé un método de trabajo terapéutico que te ayuda a ti, sin importar el grado de ansiedad que tengas ni lo roto que vengas de toda una vida.

 

Pero recapitulemos…
Desarrollé un TAG con fobias asociadas que me acompañaron durante años.
Y peté.
Como toda crisis es una oportunidad, si la sabes aprovechar, tras hacer en mi los cambios necesarios la ansiedad se esfumó. Y con ella todo lo que estorbaba.
La vida y yo nos hemos reconciliado y somos muy amigas. Y desde entonces nos tratamos mutuamente bien. Esto no te lo puedo explicar. Tendrías que vivirlo.
Conservo dos de mis debilidades: el chocolate y los abrazos. Que son cosas que no estorban nunca.
Y me encanta habitarme. Aunque tampoco es algo que te pueda explicar.

 

Como también me encanta escribir, tengo una newsletter diaria.
Pero para no alargarme no voy a contarte las bondades de estar dentro.
Solo te diré que la mayoría de mis suscriptores la leen con el café de la sobremesa y que de vez en cuando un clic mental les peta la neurona.
O eso me dicen. Pero vete tu a saber.

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